Todos no somos iguales, no caminamos igual, ni nos vestimos igual, nuestro tono de voz es distinto, nuestro aspecto. Tenemos pensamientos y emociones divergentes y otras comunes. Creo que hay una inteligencia que lo conecta todo, una conciencia colectiva, una energía común. Son mis creencias. En este mundo colectivo, lleno mentiras y entidades es importante ser consecuente, con tus actos y tus miedos, con tu felicidad. Por eso aquí en Tergonia no todos somos iguales, sí lo e nuestra conciencia. Somos diferentes de vosotros, terrestres, en esto y en nuestra felicidad constante. Pero eso no implica más que la capacidad de evolucionar.